Esta nueva colección de Ghost Posters para proyectos cubanos de realizadoras que, en su mayoría, no han sido filmados, pretende desmentir la tradicional sub-representación de directoras de cine en la narrativa cinematográfica nacional y lo revela desde diferentes generaciones, miradas, discursos y territorios. Que diseñadoras o artistas visuales hayan creado los carteles puede asumirse como un acto de autosuficiencia de género y a la vez como una muestra del talento relegado, apenas la parte visible.